Entendemos por empresas sociales aquellas que operan en el mercado en beneficio colectivo de sus usuarios y/o trabajadores, generando valor económico y social sin priorizar la remuneración de un capital. Se comportan de manera respetuosa, transparente y cívica con sus diferentes públicos y apuestan por un desarrollo sostenible, responsable e inteligente, a la vez que ponen especial énfasis en buscar soluciones a necesidades sociales poco o mal cubiertas por los sectores público o mercantil.
La mayoría de las empresas sociales pertenecen a la Economía Social y Solidaria (ESS), cuyas grandes familias históricas son las cooperativas, las mutuas y las asociaciones.
Economía Social y Solidaria y empresas sociales
La economía social y solidaria se define por los siguientes criterios:
Tres familias de sociedades de personas jurídicas proporcionan históricamente su base social: cooperativas, mutualidades y asociaciones que desarrollan una actividad económica.
El concepto de empresa social amplia su base acercándose a las sociedades de capital, a condición de que éstas cumplan con los criterios esenciales de la ESS.

Las empresas sociales y solidarias tienen ventajas competitivas claras: arraigadas al territorio, conocen sus necesidades y encuentran las respuestas más adecuadas, creando ocupación local sin afán especulativo. Sin embargo, carecen a menudo de una capacidad patrimonial y de los liderazgos que les permitan plantearse desarrollos ambiciosos, basados en alianzas nacionales o internacionales.
Aquí es donde interviene iesMed, que les facilita el acceso a los recursos –financieros, técnicos y de alianzas- necesarios para impulsar su desarrollo.